TOMANDO RESPONSABILIDAD POR UNO MISMO
El tomar conciencia de que somos responsables de nosotros mismos y de que nuestras emociones no son responsabilidad de nadie más, ha hecho que mi vida cambie radicalmente.
Muchas veces los conflictos que tenia con los que me rodeaban hacían que me detonaran muchas emociones, y siempre me las tomaba con el generador de las mismas.
Gracias al sistema Isha pude tomar conciencia de que esas emociones eran mías, producto de acumulación de toda mi vida y al no asumir que eran mías estas volvían y volvían (resentimiento), cada vez mas fuerte.
El enojo por que los demás no hacían lo que yo quería o deseaba se multiplicaba, buscando un sin numero de razones por las cuáles no podía justificar esa conducta que no cumplía los criterios de mi mente.
Hoy, gracias a este sistema donde se trata de sentir las emociones y expresar mi verdad sin el ánimo de cambiar lo que la produce sino soltar esa emoción a través de golpes a un almohadón o gritos tapados con una almohada para no preocupar o molestar a otros por nuestro accionar.
Siendo conciente de que debo sacar esa emoción guardada por tanto tiempo, que si no lo hago, su acumulación puede traer hasta problemas de salud.
Esta acumulación de emoción, enojo-tristeza, va acompañado siempre del motivo que la reprimió, cuántas veces el enojarse es sinónimo de descontrol, locura, o el simple hecho de tener una autoridad tan poderosa que no daba lugar a esa expresión, sea la autoridad familiar o social, “los hombres no lloran” o “el éxito es ser feliz”, o nuestros padres en su dolor de vernos tristes inventaban un sin número de razones por las cuales no nos permitían expresar.
Por eso es muy bueno, no sólo experimentar las emociones para sanarnos, sino atravesar aquello que las reprimió, vergüenza, etc.
A veces es tan grande esa acumulación, que la identificación con el que la generó es casi automática que queremos apagar ese estímulo, peleándonos o alejándonos, para no volver a sentir eso que nos mueve.
Lo mismo pasa cuando nosotros somos generadores de emociones, cuántas veces nos callamos por que nos sentimos responsables de la ira o la tristeza ajena, y es tan saludable saber esa verdad de que la emoción es del que la padece y no de quien la genera, que ha realizado un gran cambio en mi percepción.
También he descubierto que existen en nosotros diversas creencias que nos condicionan, y muchas veces ni siquiera sabemos que existen.
Como el hecho de creer que “no somos merecedores de amor” “o no valemos” y creer que para tenerlo debemos,“haber sufrido” ó “hecho algo”, eso hace que estemos continuamente “haciendo méritos” para obtenerlo y obviamente siempre buscando la aprobación de quienes creemos validan esa aprobación: nuestras parejas, colegas, hijos, padres, jefes, etc.
Sucediendo que cuando no nos valoran o no nos reconocen también nos agarramos con el que motivó y detonó esa creencia.
A veces, ver a otra persona ser amada, valorada, o poseedora de eso que creemos que no merecemos o no tenemos para que nos valoren, nos produce mucho dolor, “envidia”, pero él no es el problema sino nuestra creencia limitante, que alguien alguna vez nos introdujo y nosotros le creímos.
Por ultimo quiero contar algo que experimentaron otros amigos de este sistema, de que se descubrieron “ser adictos al sufrimiento”, aunque parezca loco ellos lo descubrieron, una comento que cuando niña tuvo un accidente en un ojo y eso trajo una atención de su madre, eso produjo que automáticamente quería sufrir para tener atención y otro amigo descubrió un día que la tristeza lo atravesaba y se dio cuenta que esa sensación le gustaba.
Esto a pesar de que no fue mi experiencia lo comento, pues alguno puede sucederle el hecho de engancharse en dramas para sentirse victima y recibir así atención, o si somos padres tengamos cuidado en no dar atención desmedida “solamente” cuando nuestros hijos padezcan alguna enfermedad o sufrimiento (pues según cuentan estos compañeros puedan estar formando nuevos adictos al sufrimiento).
Espero tener la conciencia suficiente para darme cuenta siempre de estos mecanismos y ser responsable siempre de mis emociones y no de quien la genera, lo que no quiere decir no exprese mi verdad de lo que siento, y al expresar mi verdad asumo las consecuencia de sentir la devolución de mi verdad expresada (generalmente miedo a que se enojen conmigo o que no me quieran).
Gracias al sistema Isha por ayudarme y empujarme HACERME RESPONSABLE DE MIS EMOCIONES.
Gerardo Henig
- Gerardo Henig
- Piriapolis-Maldonado-Uruguay, Uruguay
- Alias "El Chelo" de Durazno Profesor de Educación Física
lunes, 2 de febrero de 2009
+ Haciendose Cargo de uno mismo
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