La paz interior
No hay sueño más preciado para cualquier ser humano como la paz, no la paz como un estado de tranquilidad, sino una serenidad que proviene de una mente carente de impulsos, reacciones, condicionamientos y creencias.
Estas reacciones, creencias, impulsos y condicionamientos se ponen en juego en crisis de cualquier índole, que son tan variadas, como los surcos sicológicos que cada uno tiene, que como un camino de regreso tiene uno que aclarar; a modo de ejemplo, desde una enfermedad, un conflicto con los hijos, una depresión, una pérdida, distintas adicciones como la droga, el alcohol, etc; en términos generales estos conflictos son íntimos o sea que suceden cerca, tan cerca como una enfermedad, un conflicto familiar, etc, dónde se ponga en juego aquello que tenemos que resolver, como una especie de braza caliente, que por momentos es insoportable.
Hay uno, dentro de estos conflictos que es el generador de muchos, que es, por una parte la raíz de todos los males y por otra su descubrimiento es un camino hacia la paz interior, este es el “debería ser” .
Estamos en un eterno conflicto, en un continuo desacuerdo interior, entre lo que somos y lo que deseamos ser.
En lo que no somos y en lo que idealizamos ser.
En lo que son los demás y lo que esperamos de ellos.
En lo que es el mundo y lo que debería ser.
En lo que esperan que seamos nuestros seres queridos y amigos,
y en lo que somos a cara descubierta.
En este mecanismo se desprenden un sin número de hábitos y adicciones una de ellos es la QUEJA: la queja es el rechazo de un hecho, es el conflicto de lo que debería ser , tanto si es un hecho propio o ajeno. Muchas veces en ese acto que rechazamos está implícita nuestra propia imagen, ó nuestra propia sombra; la mejor manera de conocernos es a través de las relaciones humanas , en ellas podemos ver muchas cosas de nosotros mismos, tanto en lo sicológico como en condicionamientos emocionales e ideales. Continuamente estamos esperando de los demás, esperamos que se adapten o que se amolden a estos parámetros, por otra parte nosotros(en los vínculos) también adoptamos una forma de ser que responde a una imagen determinada que nos da la energía necesaria para sentirnos bien, de aquí nacen todos los dramas de control, como una forma de controlar de que todo lo que ocurre sea como uno espera; y si eso no ocurre hay conflicto por que hay división entre lo que es y lo que sucede.
Suele suceder que cuando estoy meditando o escribiendo me interrumpen mis hijos y en este momento (ahora) dónde estoy totalmente absorto, entra uno de ellos golpeando la puerta para avisarme algo importante muy importante,” se le había caído el último diente de leche”. Muchas veces los adultos nos olvidamos de los grandes acontecimientos que la vida tiene ó de los simple grandes sucesos que nos dan una increíble felicidad, como cuando se desprende de nuestro cuerpo una parte que ya esta en desuso para dar lugar a cosas nuevas, más firmes y útiles.
De la misma forma sucede cuando comenzamos a tomar conciencia de hábitos y condicionamientos, nos renovamos, ó mejor dicho, lo que somos, tiene un lugar para expresarse .
Retomando el tema de la queja, uno ante un hecho de interrupción puede también tomar los surcos de la queja.
El ser alguien, trae como consecuencia, como efecto, algo que necesitamos, parte de una carencia, de cubrirse con una acción determinada, puede tender al prestigio, al reconocimiento, el aprecio, a la aprobación, a la atención, al hecho de sobresalir, todos estos puntos tienen como objetivo “llamar la atención”, obtener la energía de los demás.
Sacrificar al yo, es morir, porque la energía es vida, este tránsito es un camino hacia lo desconocido de nosotros mismos, es como una última jugada de culminar con la energía que obtenemos de los demás para conectarnos con nuestra energía interior, pero no es un camino a través de una disciplina, sino un camino lleno de vida, porque es en ella, en el presente, dónde nosotros mismos tenemos que organizar nuestro interior, de tal modo que seamos maestros de nosotros mismos
La expectativa y la exigencia.
Siempre estamos buscando que las situaciones sean acorde a lo que nosotros esperamos, las situaciones externas y las internas.
Nos exigimos con esfuerzo para ser y exigimos a los demás para que también sean como nosotros deseamos ó esperamos.
La exigencia la culpa y el miedo.
Existe un circulo vicioso entre lo que nos exigimos ser, la culpa por no ser como somos y el miedo a jamás ser como deseamos ser, esto produce un estado de tensión y de sobrecarga emocional que se hace insoportable.
Una lucha despiadada:
Nos hunde por momentos una angustia desesperante de no poder ser lo que somos, de no aceptar lo que somos y no poder a través de nuestra voluntad dejar de sentir aquello que somos. Uno de los mecanismos que tenemos es la voluntad de cambiar lo que somos, como si uno pudiera a través de ella esforzarse para cambiar; y como todos sabemos al cabo de un tiempo las cosas siguen igual o peor, no se puede servir vinos nuevos en odres viejos, la voluntad es el mismo “yo” que quiere cambiarse, aquí se establece una lucha despiadada que genera angustia y desesperación.
Los cambios
Una de las grandes preguntas que me hago, es como puede uno puede cambiar, y de hecho hay muchas cosas que mueren en mí que no me doy cuenta, como no están más allí, otra por inanicción, (porque no les doy la energía para que se desarrollen), otras por amor porque puedo amarme cuando me siento desgraciado o culpable , otras por conciencia por que me doy cuenta, otras desaparecen por el perdón cuando surge éste espontáneamente hacia mi mismo, luego funciona hacia los demás. Cada mecanismo (celos, culpa, miedo,etc) tiene algo particular que lo extingue.
Los celos la envidia y la crítica.
Los celos es cuando el ser alguien se siente amenazado, con alguien que es lo que yo quiero ser; existe una comparación instantánea, el mecanismo aliado es la envidia porque uno desea lo que el otro tiene pues le pertenece como ideal o sueño y el ataque es la crítica para echar por tierra al supuesto contrincante, la prueba esta que solo siento celos en mi terreno de profesión o incluso cuando mi posesión esta en disputa como en el caso de un amor , en ambos hay un sentido de posesión de querer ser, de tener.
LA VISIÓN DEL AMOR
No podemos amar lo que no comprendemos, no podemos mirar sin expectativas, sin esperar nada a cambio. Cuando la conciencia se llena de amor podemos ver que tenemos expectativas, porque sabemos que somos algo más, lo que pasa, es que el mensaje llega distorsionado a un instrumento que no es el adecuado e interpreta la vida de una forma incorrecta.
Cuando queremos agradar a los demás es porque los amamos pero usamos las estrategias que conocemos , solo queremos amar y queremos que nos amen porque esa es nuestra alma, porque somos hermanos, somos uno.
Es como encontrar un hermano o hermana que desconocíamos y que por tiempo juzgábamos producto de nuestra ignorancia.
Cuando vemos que sentimos envidia y celos es porque buscamos el amor y tenemos miedo de perderlo, es porque nos comparamos y sentimos la amenaza de no ser o dejar de ser, pero cuando la conciencia se llena de compasión sentimos la abundancia de que todos somos hijos de Dios.
Cuando sentimos la exigencia es porque estamos en la antesala de la paciencia, de la tolerancia y el verdadero respeto, cuando nos atormenta la exigencia sabemos que allí esta la verdadera amistad, esa que es digna del ser humano.
Cuando la conciencia se llena de amor vemos que detrás de la crítica hay alguien que sabrá señalar el camino, alguien que será sabio pero que ahora se expresa en la personalidad.
Cuando alguien se manifiesta de la culpa, es porque está en la antesala del perdón, de perdonarse, de amarse y de aceptarse tal cual es, cuando veo alguien que se culpa puedo ver en el futuro un amigo en quien confiar, un ser humano incapaz de enjuiciarte.
Cuando un ser transita por los juicios, la moral, los ideales y su pasado, esta en la antesala de la libertad, pero sobre todo de la inocencia y la alegría del vivir.
Cuando un ser humano transita por los celos, su futuro es la individualidad, la autenticidad dónde uno se encuentra con uno mismo y dónde la energía reposa en lo que uno es.
Ambos caminos parecen antagónicos sin embargo uno sintetiza y da lugar al otro, si existe demasiado énfasis en la conciencia corremos el riesgo de intelectualizar todo, si se manifiesta solo la compasión y el amor el intelecto queda sin ilustrar, por eso, en los dos caminos el corazón y la mente se casan y se siente con la mente los propósitos del corazón..(se piensa con el corazón y se siente con la mente)
En este camino la mente se aquieta y se produce la verdadera paz, la paz del espíritu.
LA CULPA
Querida amiga S……..:
En la noche luego de la reunión me venía a la mente lo que habíamos dialogado.
Muchas veces al transgredir una regla moral impuesta genera un estado de culpa, un sentimiento de que hemos pasado algo por alto.
En el mundo del espíritu existe, como dice el maestro, una regla de oro: amaos los unos a los otros, que se manifiesta de muchas maneras diferentes.
Cuando transgredimos esa regla, nos transgredimos a nosotros mismos, porque eso es lo que somos.
Muchas personas sienten esa culpa y otras no, eso que se siente como un profundo dolor y pesar, no es por quebrantar una regla moral que proviene de la cultura de la sociedad o de modos de proceder, o más aún de comportarse mal; es una deuda espiritual es una deuda con nosotros mismos, con nuestra esencia.
Este tipo de culpa es una hermosa señal de nuestro ser interno, es un susurro del alma que realiza a los oídos de la personalidad, es una cruz, si, es la propia cruz que lleva cada uno, pero una cruz que le pesa a la persona, sin embargo es una libertad para el espíritu.
Una cruz que nos señala que el hacer y el ser están disociados en su proceder, y que tiene como único cometido que averigüemos esa dicotomía, ésta diferencia solo se manifiesta en personas sensibles, en seres que sienten en forma de culpa las ondas del espíritu.
Cuando nos aunamos al espíritu, la culpa desaparece, ése es el único cometido.
Lo que tendrías QUE AVERIGUAR ES ; de que forma ese peso se libera, que procederes tuyos lo liberan , y vas a descubrir que no solo corresponde al hecho con tu madre, sino a un don que te pertenece.
Cuando uno paga esa deuda se enriquece, porque dando es como recibimos; ¿que será? : Inocencia, perdón, compasión, amistad, para los que se sienten culpables, señalados, no sé, eso tienes que descubrirlo.
Cuando descubras eso, verás con toda claridad la bondad de tu madre, en aproximarte a ti misma, ese día el cielo se vestirá de fiesta y tu serás la invitada.
Para terminar, S……. todo depende con el cristal con que se mire, experiencias negativas pueden ser usadas para crecer y experiencias positivas te pueden estancar.
Puede ser que mires esto como un problema que necesita una solución determinada, sin embargo creo que más que un problema es una oportunidad que la vida te brinda; cuando el maestro sabía que iba a ser entregado y crucificado, los propios discípulos querían sacarlo de esa tragedia, sin embargo el respondió “apártense de mi porque ustedes ven con los ojos de los hombres no con los ojos de dios”.
Mi deseo es, que este fuego te queme por dentro y te deje las cenizas, esos extractos maravillosos que deja la vida y que puedas con ellos beneficiar a todos los que te rodean.
Con amor Fernando Henig
- Gerardo Henig
- Piriapolis-Maldonado-Uruguay, Uruguay
- Alias "El Chelo" de Durazno Profesor de Educación Física
martes, 3 de marzo de 2009
+ Paz Interior- culpa- Envidia-Celos-Amor(Fernando)
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